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    23 Abr 2025

    Del manuscrito al olvido digital: la fascinante historia del cheque en España. Una mirada al pasado bancario que transformó la forma de pagar

    Cheques bancarios SIGNE

    Los cheques bancarios surgieron en el siglo XVIII como respuesta a una restricción legal en Reino Unido. En 1708, la reina de Inglaterra otorgó al Banco de Inglaterra el monopolio para emitir billetes. Este cambio obligó al resto de bancos británicos a idear una alternativa para facilitar pagos entre clientes: así nació el cheque bancario. 

    Inicialmente manuscritos, estos documentos permitían que los deudores autorizaran a sus acreedores a retirar fondos directamente de sus cuentas bancarias. Con el tiempo, la creciente importancia de este método dio paso al cheque impreso y, más tarde, a la libreta de cheques. 

    El lento desembarco del cheque en España 

    En España, los cheques no se emitieron oficialmente hasta la fundación del Banco de San Carlos en 1782, instituido por real cédula de Carlos III. Su misión era impulsar la economía facilitando crédito al comercio y la industria. Aunque también emitieron los primeros billetes españoles, los cheques no lograron gran popularidad en esa época. 

     Antes de este hito, existían mecanismos rudimentarios de pago sin efectivo —como los mandatos reales en Inglaterra del siglo XIII, conocidos como exchequer bills—, pero no cheques como los entendemos hoy. 

     De la consolidación al declive 

    • Siglo XIX: Con la expansión bancaria, el cheque comenzó a consolidarse como medio de pago. 
    • 1856: El nacimiento del Banco de España reforzó este sistema, convirtiéndose en un actor clave en la emisión de billetes y, de forma indirecta, en el uso del cheque. 
    • Siglo XX: Fue la época dorada del cheque. Empresas y particulares lo adoptaron masivamente como alternativa al efectivo. 
    • Siglo XXI: El auge de las tarjetas bancarias y los pagos digitales ha relegado al cheque a un papel casi testimonial. 

    Normativa y seguridad: La ley de los cheques detrás del papel 

    Aunque su uso ha disminuido, los cheques siguen siendo documentos de valor que requieren estrictas medidas de seguridad. En España, su regulación se apoya principalmente en: 

    • Ley 19/1985, de 16 de julio, Cambiaria y del Cheque: define los aspectos legales de emisión, endoso, circulación y pago. 
    • Norma ISO 14298: establece estándares internacionales para la impresión segura de documentos de valor. 
    • Técnicas de impresión avanzada: Microimpresión, tinta magnética, hologramas, numeración especial y más. 
    • Controles de calidad: la fabricación de cheques exige procesos estrictos para garantizar su resistencia y autenticidad. 
    • Norma Check 21 (EE. UU.): aunque no es local, influye en el intercambio digital de imágenes de cheques, reduciendo la necesidad del papel físico. 

    A pesar de su progresivo desuso, el cheque bancario sigue siendo una pieza clave en la historia de los medios de pago, símbolo de una época de transformación financiera y confianza documental.  

    Su evolución, desde los manuscritos hasta los impresos con tecnologías de alta seguridad, refleja la constante necesidad del ser humano de respaldar sus transacciones con garantías tangibles.  

    Hoy, aunque su presencia sea más discreta, su legado perdura en la cultura financiera y en los mecanismos modernos de pago. 

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