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Marca de agua: la huella invisible que resiste a la era digital
Pocas medidas de seguridad han resistido el paso del tiempo con tanta eficacia como la marca de agua. Desde su origen artesanal en los talleres papeleros italianos del siglo XIV hasta su aplicación actual en billetes, pasaportes o títulos universitarios, este elemento mantiene su propósito de garantizar la autenticidad de los documentos más sensibles.
Su aparente sencillez esconde un proceso técnico complejo que combina arte, ingeniería y precisión. Sin embargo, en la actualidad no existe otra medida de seguridad física que pueda reemplazar por completo lo que aporta la marca al agua, aunque sí existen tecnologías que complementan o refuerzan su función.
Por eso se sigue empleando —y perfeccionando— en conjunto con tecnologías modernas y continúa siendo una de las primeras líneas de defensa frente a la falsificación documental.
Una marca que surge con el papel
La marca de agua nació en los molinos papeleros de Italia hacia finales del siglo XIV. En aquel entonces, los maestros papeleros cosían finos hilos metálicos a la malla donde se formaba la hoja, creando figuras visibles al trasluz: escudos, símbolos o iniciales del fabricante.
Esa huella —ligera pero permanente— servía tanto como firma de autor como sello de autenticidad. Con el tiempo, la técnica se perfeccionó hasta incorporar relieves y variaciones de densidad en las fibras, dando origen a las primeras filigranas sombreadas o multitonales a finales del siglo XVIII.
Qué es una marca de agua
La marca al agua (filigrana) es una medida de seguridad integrada en la propia estructura del papel durante su proceso de fabricación mediante la presión de un rodillo denominado “dandy roll”, recubierto por una malla metálica que contiene el diseño a relieve.
Se obtiene cuando dicho rodillo presiona las fibras de papel húmedas en la zona de la marca, adelgazándolas y creando una imagen visible por la diferencia de espesor de las fibras del papel. Esta variación genera zonas con diferentes grados de transparencia que forman imágenes o patrones visibles a trasluz. Esa imagen, perceptible al observar el papel a contraluz es la que llamamos “marca al agua” y se origina precisamente por la diferencia de espesor del papel producida en el área donde estaba situada la imagen a relieve del rodillo.
De este modo, se forma una imagen integrada en el propio papel, como resultado de un proceso físico y estructural imposible de reproducir mediante impresión convencional o métodos digitales.
La primera marca al agua en España
El 14 de octubre de 1953, a las ocho de la tarde, se produjo en la Fábrica de Papel de Burgos la primera hoja con una marca al agua española: la cabeza de mujer del billete de 100 pesetas, inspirado en la obra de Julio Romero de Torres.
Aquel momento marcó el inicio de una etapa decisiva para la industria nacional del papel moneda. En 1965, España comenzó a fabricar sus propias telas metálicas, un proceso que culminó en 1971 con la creación de un taller de marcas de agua, consolidando la autonomía técnica del país en esta materia.
Tipos de marca de agua
Tradicionalmente, se ha clasificado las marcas al agua según tres factores principales: El número de tonos de la marca, el diseño y la posición de la marca. (Si bien, con los avances tecnológicos que veremos más adelante, han surgido muchas otras características que podrían hacer esta clasificación más compleja).
1. Según el número de tonos de la marca:
- Monotonal (filigrana / single-tone): obtenida por el sistema tradicional de hilo o por electrotipia. Presenta una única densidad tonal. Se consideran simples, pero con un alto grado de protección.
Ejemplo: el valor facial en los billetes en euros.
- Bitonal (duotone): combina dos niveles de densidad, generando contraste entre zonas claras y oscuras. Se siguen considerando sencillas pero de alta calidad. Ejemplo: la franja de seguridad con retrato parcial presente en algunos billetes de la primera serie de euro.
- Multitonal (multitone o shaded watermark): reproduce transiciones suaves de luz y sombra, con una profundidad visual que añade dificultad a la falsificación. Crean detalles nítidos, como rostros, escudos o paisajes.
Ejemplo: los motivos arquitectónicos de la primera serie de billetes de euro y el rostro de la diosa Europa en la serie Europa (BCE).
Cuanto mayor número de tonalidades tenga la marca al agua, más difícil será su reproducción, y por tanto mayor será su nivel de seguridad. Esto resulta lógico si consideramos que los falsificadores utilizan tintas o grasas para intentar imitar el efecto de una marca al agua; por lo que intentar reproducir diferentes tonalidades se vuelve una tarea prácticamente imposible.
2. Según el diseño:
- Marca de agua estándar: un diseño no personalizado cuyo uso no suele estar restringido a un solo cliente.
- Marca de agua personalizada: el diseño es realizado en exclusiva para el cliente y su uso está restringido. Ninguna otra empresa estará autorizada para utilizar esa marca al agua. Esta opción es más segura que la anterior, dada la exclusividad.
3. Según la localización de la marca en el documento:
- Marca de agua aleatoria o continua: el diseño se repite a lo largo de toda la hoja de papel (con un patrón de repetición) y su localización es aleatoria (varía de una hoja a otra).
- Marca de agua registrada o localizada: cuando la marca de agua siempre se encuentra localizada en una ubicación específica de la hoja (lo que añade complejidad a su fabricación).
Cómo se fabrica una marca de agua actualmente
Aunque la esencia artesanal persiste, la fabricación moderna de una marca al agua combina modelado digital, grabado de precisión y técnicas automatizadas.
El proceso comienza con el diseño artístico, que hoy se realiza con software especializado. A partir de él se crean los troqueles que darán forma a la tela metálica del rodillo.
Durante la formación del papel, la pasta húmeda pasa por el rodillo que, al ejercer presión, crea la marca en el papel por variación de su densidad.
En la industria actual, la fidelidad del diseño y el control de fibra permiten reproducir imágenes con una precisión microscópica, inaccesible para los falsificadores.
Usos y tendencias de las marcas de agua en los últimos años
En los últimos años, se ha observado el crecimiento sostenido del mercado de papel de seguridad: la demanda global ha subido de forma continuada y el mercado está proyectado a crecer a una tasa compuesta notable (crecimiento y expansión hacia 2030). Esto ha impulsado tanto aplicaciones tradicionales (billetes, pasaportes, títulos) como nuevos usos (certificados académicos, documentos legales, tickets de alto valor).
En este contexto, encontramos que:
- La marca de agua tradicional sigue siendo uno de los elementos dominantes por su reconocimiento por el público y facilidad de verificación manual.
- El uso de la hibridación de la marca al agua con otras medidas de seguridad (Integración física + digital) está en aumento: cada vez más documentos que usan papel con marca al agua incorporan una capa digital verificable (QR, códigos seguros, o referencias en sistemas de verificación centralizados) para permitir comprobación instantánea en móviles y reducir la necesidad de procesos presenciales.
Respecto a las innovaciones…
Estas son las tendencias en papel marca de agua que mejor acogida están teniendo en el mercado:
- Soluciones híbridas: marca de agua en papel + verificación digital (QR code/ DataBase/ Blockchain): actualmente es una de las más prácticas porque combina la habitual comprobación visual con la verificación remota inmediata mediante el teléfono móvil. Reduce el fraude de duplicados y facilita la verificación automática en puntos de control.
- Combinación reforzada: papel con hilos y ventanas holográficas complejas: alta eficacia contra la falsificación por su complejidad física y a que pueden ser detectables por personal no experto (brillo o cambio de color). Es muy usada en billetes y documentos de alto valor.
- Mayor atención a la durabilidad y sostenibilidad: estudios como el del Bank of England sobre ciclo de vida han impulsado a bancos centrales a repensar la materia prima o el recubrimiento del sustrato sin sacrificar las marcas de agua como medida de seguridad.
- Marcas de agua dinámicas: explicado de manera simple, consisten en combinar la tecnología de la seguridad física del papel con elementos de protección digital para crear documentos seguros y rastreables. Se trata de que las organizaciones puedan, en el momento de acceder o descargar el documento, incrustar automáticamente información de identificación, como el nombre, la dirección IP, la fecha y hora, o algún dato confidencial, impidiendo así la falsificación y permitiendo el seguimiento del acceso.
Sectores que se benefician de la marca al agua
A pesar de la digitalización, la marca de agua sigue siendo un estándar en la seguridad de documentos físicos críticos en estos importantes sectores:
- Banca y emisión monetaria: billetes nacionales y regionales.
- Gobiernos y administraciones públicas: pasaportes, documentos de identidad, títulos universitarios, certificados oficiales.
- Sector editorial y artístico: certificados de autenticidad, obras gráficas, ediciones limitadas.
- Industria jurídica y notarial: documentos probatorios, contratos o certificados con valor legal.
Su principal ventaja es la autenticidad intrínseca: no puede eliminarse ni copiarse sin alterar el soporte físico. Además, su detección no requiere equipos especializados, lo que permite una verificación rápida y universal.
Por qué seguir utilizando papel con marca de agua
La marca de agua sigue siendo una herramienta robusta y reconocible para la autenticación física. Su valor proviene de que no es un elemento añadido sino que se produce en la propia hoja.
Su versión más segura (mould-made/multi-tono combinada con hilos embebidos y/o ventanas holográficas), constituye una barrera técnica muy elevada para los falsificadores.
Valga decir que, como toda medida de seguridad, no es infalible por sí sola. Se recomienda complementarla con otras medidas de protección, ya sean físicas (hilos de seguridad, impresión en huecograbado/intaglio, microtextos y diseños de seguridad, tintas OVI, holografía, verificadores luz UV/IR…) o digitales/híbridas (QRs, tecnología NFC/RFID, firma digital, Blockchain, NFT…), dependiendo del nivel de protección que exija cada caso.
Recomendaciones finales de un experto
Como impresores de seguridad, desde SIGNE recomendamos un enfoque de “sistema de seguridad” que no dependa de una única medida. Asimismo, resulta estratégico actualizar periódicamente los diseños y controlar los suministros, como parte de la gestión de riesgo por parte de emisores y administraciones.
Por otro lado, es importante señalar que no suele ser necesario ni posible tener una multitud de medidas de seguridad en un solo documento. Además, el coste incrementará en la medida que se añadan cada vez más medidas y más complejas.
Por ello, se recomienda, en primer lugar, realizar un estudio acerca de los riesgos a los que estará expuesto el documento, evaluar las probabilidades de sufrir ataques y ser consciente de los costes asociados, tanto monetarios como reputacionales. Posteriormente, conviene asesorarse con profesionales para determinar las medidas de seguridad más adecuadas para cada caso.
No dudes contactar con nuestro equipo técnico si necesitas guía y acompañamiento especializado para la aplicación de este tipo de medidas de seguridad en tus documentos sensibles.
