Signe

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17 Mar 2021

Cuando la baja calidad cuestiona la autenticidad del pagaré bancario

Laboratorio Signe

Por Ana Arroyo Waldhaus – Responsable de Laboratorio Químico de Signe

Siempre que nos enfrentamos al análisis pericial de un documento cuestionado hemos de cotejarlo con uno auténtico original y, si esto no es posible, al menos disponer de información sobre sus características, ya sea consultando bases de datos, al proveedor, fabricante, etc.

En esta ocasión nos llegó al laboratorio un pagaré bancario del que se cuestionaba su autenticidad, procediendo a comprobar minuciosamente cada una de las características que este tipo de documentos contiene. Para ello lo cotejamos con un pagaré de la misma entidad comprobando que, si bien disponía de las mismas medidas de seguridad que el documento indubitado, éstas presentaban una calidad bastante inferior, tal y como podemos ver en las imágenes (el pagaré dubitado está enmarcado en rojo y el indubitado en verde).

Las impresiones presentaban una calidad y nitidez deficiente (microtextos incluidos)

El contorno de los caracteres magnéticos era dentado, en forma de sierra, a diferencia del borde recto del auténtico pagaré.

Contorno dentado vs recto

Además de las impresiones en cuatricromía (generadas por impresoras que están al alcance de cualquier persona), se advirtió la existencia de un desplazamiento entre las tintas visibles e invisibles de los pagarés cuestionados dando lugar a una “visión doble”, algo que no ocurría en los pagarés indubitados cuya tinta de seguridad visible incorpora también respuesta frente al UV.

Las impresiones presentaban una calidad y nitidez deficiente (microtextos incluidos)

La pregunta ahora es la siguiente: ¿estamos ante una falsificación o ante un documento bancario de baja calidad? Y la respuesta, muy a nuestro pesar, es que se trata de un documento auténtico en el que no se han invertido los suficientes recursos (económicos, I+D+i, etc) como para generar un pagaré con la calidad suficiente como para que su autenticidad no se ponga en duda. Lanzar al mercado documentos de este tipo no hace más que devaluar el propio concepto de documento de seguridad.